martes, 12 de diciembre de 2017

ASI

Dónde estáis palabras que aunque os quiera no venís.
Os espero, desespero.
Busco en mi mente sin huecos pero aun así no os encuentro.
Tantas letras allí escondidas sin saber cómo juntarse, sin saber cómo moverse para formaros enteras, completas, sinceras.
Creo que os estáis escapando con las lágrimas, os vertéis sin ser recogidas. Y os pierdo, irrecuperables. Y aún llena, me siento vacía.
Voces, mis voces, pensamientos, recuerdos muertos. Ojalá no despierten, ojalá me sigan manteniendo medio viva.
Cansada, perdida.
Cansada y herida.
Sangrando, doliendo, moliendo mi herida.
Agotada, dormida.
Anestesiada en vida.
Observando, mintiendo, queriendo esa vida inventada.
Desgastada, mustia, marchita, casi seca pero, sin quererlo, viva.
Apagada, descosida, desabrochada y abierta, rajada, herida.
Atravesada, hueca, deshabitada, escurrida.
Desordenada, revuelta, descolocada, corrompida.
Podrida, sucia, desarreglada, oscurecida.
Dónde está mi luz, dónde mi sonrisa. Me la pondré de nuevo, la arrancaré enseguida.
Me coseré un silencio y una alegría fingida.
Abrocharé mi pecho, esconderé mi herida.
Con maquillaje viejo arreglaré esa esquina y me inventaré de nuevo como cada día. Como lo que
esperan ver los que me guían.
Pero luego a solas, más tarde a escondidas, perderé esa máscara que a ellos ilumina.
Volveré a ser pobre, volveré a ser mía. Desnuda de fiesta, desnuda de vida.
Y al llegar el sueño, buscado en pastillas, quizás pueda entonces remendar la herida.

21/02/2016

martes, 9 de abril de 2013

Nublado.

Arranco la página del cuaderno que no debo para empezar a escribir sin saber cómo. Para poder plasmar lo que nubla mi mente..... Pero está nublado.
Se esconde, entre el vacío, un recuerdo, en su mayoría inventado. Y canta para hacerse notar. Lo oigo pero no lo escucho. Canta algo parecido a una nana, tranquila, pero penetrante. Llevando a la calma, al sueño irremediablemente.
¡No quiero dormir! Me desperezo y busco la luz.... Pero está nublado. Esas nubes que ahogan la inmensidad del sol. Esas nubes que amenazan con llorar sin freno.
Para poder sacar las palabras del fondo de mi mente, coloco piezas inservibles e imaginadas, como si fuesen escaleras hacia un cielo lejano..... Tapado por las nubes.
Me despisto entre lo gris y lo negro para, de vez en cuando, esparcir briznas de blanco..... Y llueve. Y no me mojo. Pero tirito con el sentir de mis latidos. Casi apagados, casi ahogados. Y me escondo. Y me oculto para no ser vista.
Descoloco, de nuevo, todo lo que iba encontrando su sitio en mi mente. Lo agito, lo remuevo, lo maleduco. Me planto tras los pensamientos inservibles dejándoles paso. Me adelanto. Los empujo. Los agarro. No sé qué hacer con ellos.
Miro al cielo..... Pero falta luz. Necesito ver las ramas de los árboles agitando mi realidad como antes lo hicieron.
Despierta, no te nubles. Acaba con la tormenta que está a punto de nacer. Derrite las cumbres de las montañas que no dejan ver.... Y canta..... Ahora estás tranquila.
Ya puedes dormir.

martes, 11 de diciembre de 2012

Relaciones mágicas.


Parece que todo haya sido siempre tan fácil.... Pero no. Cuando las personas que nos conocen nos comentan que somos una pareja envidiable, yo sonrío. No puedo evitar enorgullecerme pero, casi sin querer, tampoco evito el comentario de: "Hemos trabajado mucho"
Suena extraño, quizás la gente no piense que una relación deba trabajarse. Con ello no digo que haya que cambiar al otro, ni mucho menos, ni tampoco cambiarse a uno mismo. Sólo digo que hay que ser elástico y con esa elasticidad construir una nueva relación; más completa pero a la vez más individual , más tierna pero a la vez más fuerte, más compartida pero a la vez más independiente, en definitiva, más "nuestra" respetando lo de cada uno.
Claro que es un  trabajo y, como cualquier trabajo, supone esfuerzo. Momentos de alegría, momentos de tristeza, de desesperación, de lucha, de rebeldía, de impotencia, de llantos y risas....
Construir un nosotros es fácil siempre y cuando se respete lo individual. Pero es que no hay otra manera. Cuanto más avanza la relación y más tiempo pasa, más espacio tienes que ganar para ti. Y desde allí, desde tu independencia y "lejanía", poder observa al otro y decir: "Sí, le quiero. Tal y como es. Como único e independiente al igual que yo"
No tiene truco, o sí.
Que la relación funcione depende de dos que crecen siendo uno cada cual.
No tiene truco, o sí. Depende de las risas, del contacto, del respeto y de la confianza.
Me enorgullece donde estamos y el camino recorrido. Me siento feliz por alimentar la confianza superando miedos del pasado. No ha sido fácil, pero es mucho mejor así. Compartir nuestra libertad no tiene por qué significar perderla. Creo que lo hemos conseguido, hemos aprendido a ser libres juntos. Ese es el truco.

jueves, 4 de octubre de 2012

Al desnudo.



Me imagino que para la mayoría es difícil escribir lo que te empuja a ser como eres. No me cuesta explicarlo en sí, aunque entiendo que querer crecer y hacer crecer a las personas es un modo de vida, no algo que pueda explicarse. Es igual que ser feliz. Es una forma de vivir.
Por mi profesión, soy médico, siempre he tenido la suerte de tener contacto continuo con las personas, con muchas personas. He disfrutado ayudando a sanar físicamente pero, sin duda, lo que más satisfacción me ha producido es ayudar a sanar psíquicamente. Siempre comento que es curioso como en mi consulta a veces los pacientes vienen por un dolor concreto y, después de un rato hablando, ese dolor ya no importa, es más, a veces incluso me ha pasado el olvidarme mandarles alguna medicación.
Me gusta la medicina de las palabras, me gusta reconfortar, me gusta que las personas se quieran a si mismas  y a los demás y que reconozcan dentro de ellas sus talentos, me gusta apoyar, hacer reír, motivar, animar, escuchar, acariciar, tocar y abrazar. Me gusta acompañar en esa búsqueda interior , disfrutar cuando sonríen porque han descubierto que son mejores de lo que pensaban, que tienen mucho que dar, que hay esperanza y luz, que todo es posible. Me encanta saber que cada día puedo ayudar un poquito a alguien a encontrar su camino. Estas sensaciones me han empujado a buscar más, a decirme a mi misma que podía llegar a más personas, que tenía que hacerlo, que era mi meta y por qué no, mi don. Me han obligado a "exigirme" ese crecimiento y a salir de mi zona de confort. Decíroslo hoy es una forma de compromiso. Gracias por formar parte de ese "otro" que completa mi ser.

lunes, 16 de julio de 2012

Lo que le gustaría oír.

Pienso constantemente en lo que me diría mi padre, que ya no está, en una u otra ocasión, ante un problema o circunstancia adversa. Le tengo presente más de lo que podía imaginar. Le pido que me mande un mensaje, una señal, su ayuda, sus ánimos y fuerza.... A veces imagino sus consejos y respuestas y desde mi interior las convierto en mías y suyas a la vez..... Pero hoy ha ocurrido algo diferente, por fin, y ya era hora, me he parado a pensar, no en lo que querría oír de él sino, en  lo que a él le gustaría oír de mi, desde mi interior. Lo que siento. Qué le diría, cómo se lo contaría, cuántos detalles pondría, la pasión que me embargaría. Al hacerme esa pregunta he descubierto que realmente no me preocupa lo que él pensaba de mi, sé que sabía que era valiente, entregada, fuerte y alegre. Nunca lo dudó. No hizo falta que me lo dijese.... Yo lo sé. Durante mucho tiempo eché de menos esas palabras, pensaba que era importante que me lo reconociese..... No me di cuenta de que me dijo lo más importante: " Conseguirás cualquier cosa que te propongas" . Y con esa frase daba por hecho que ese "cualquier cosa" iba a tener éxito. Puedo presumir de que nunca me dijo no puedes, no vales. Con eso, me dio el regalo más grande que se le puede dar a una persona......Confianza en mi misma. Nada fue fácil con él, pero a la vez todo fue sencillo. Me invitaba a soñar, a crear, a imaginar, a creer en esos sueños y a dar con generosidad. Me enseñó a vivir con los cinco sentidos, a enamorarme de la vida, a inspirarla, a respirarla, a olerla y saborearla. Me enseñó a amar el arte, a emocionarme con una canción o con un baile....... Nada fue fácil con él pero fue sencillo. Me quitó el miedo a vivir plenamente, a mostrarme como soy a pesar de que eso incomode a los demás, a quererme. Nunca se lo dije porque no sabía lo que quería oír, pero ahora , que ya sé lo que le gustaría oirme decir, se lo digo en voz alta: Gracias por enseñarme a disfrutar de la vida. Te quiero.

jueves, 24 de mayo de 2012

Valentía

Nada más lejano de la valentía que el no dar la cara. El impedir que el otro, o los otros, puedan conocer nuestras intenciones. Siempre supe que no me gustaban los cobardes, aunque nunca tuve tan claro por qué. Me preocupaba su falta de compromiso, su rechazo a los retos y su indiferencia.... No sabía entender. No quería ver esa falta de transparencia en sus actos. Es difícil definir la valentía en un único concepto. No es sólo enfrentarse, implica mostrarse tal cual somos, con nuestros defectos a flor de piel. Implica entrega, generosidad, con nosotros mismos o con los demás. Implica respeto y compromiso. Implica mostrar siempre la cara a pesar de las adversidades. Sí, me gustan los valientes. Pero ¿Por qué a veces no reaccionamos? Me aterra sospechar que el miedo puede paralizarme y convertirme, sin querer, en cobarde..... Ves, a mi también puede pasarme y entonces no quiero creer que he perdido mi fuerza, mi empuje y mi entrega. Vuelvo a darme cuenta de que juzgar es más sencillo que cambiar de posición. Todos podemos ser cobardes y no por eso no estamos comprometidos. En algunos momentos ese miedo nos paraliza y nos convierte en lo que nunca quisimos ser. El cobarde no es indiferente e insensible, sólo tiene miedo porque no cree en si mismo. Le falta autoestima. Analicemos profundamente algún momento de nuestra vida en el que fuimos cobardes. Que poco nos gusta, pero seguro que ha habido alguno. Al final llegaremos a la conclusión de que no fuimos nosotros sino la falta de ese nosotros. Estábamos perdidos, solos, sin nuestro ser, dejándonos llevar por lo que creíamos fuerza y descubriendo, sin gustarnos nada, que el miedo nos invadía. Volvamos a creer en nosotros mismos, a buscar en esas situaciones un aprendizaje, un refuerzo para hacernos más intensos. Llenémosnos de paz interior, de felicidad. Este es el gran premio para nuestro propio ser. Inundará cada célula de nuestro cuerpo y nos convertirá, por arte de magia, en verdaderos valientes.

lunes, 2 de abril de 2012

Mi perdón.

Después de tantos años en los que sólo me alimentaba de lo malo de mi pasado y vivía ahogada por la incertidumbre de mi futuro, por fin he aprendido a respirar el oxigeno de mi presente. Ese oxigeno que ayuda a avivar el fuego que siempre me ha llenado y que a veces se me olvida alimentar. No sé si son los años cumplidos o las experiencias vividas, no sé si son los obstáculos superados o los caminos escogidos, no sé si son los miedos aniquilados o las conquistas logradas, no sé si soy yo misma o aquello que me rodea. Sólo sé que ha valido la pena llegar hasta aquí. El viaje no ha sido fácil pero he aprendido a buscar lo positivo de las cosas..... Ahora incluso sé reconocer que otros lo han tenido todavía más difícil y no se quejan, no sería justo no reconocerlo. ¿Qué he aprendido mientras tanto? Además de a luchar por lo que quiero, he aprendido a llorar, a reír, a pensar, a escuchar, a buscar, a encontrarme, a compartir, a escoger, a amar y a acompañar. Pero lo más importante que he aprendido es a perdonar. El perdón me ha enseñado a respetar y valorar, me ha obligado a olvidarme de mi misma para darme a los otros, me ha permitido quitarme esa venda que no me dejaba ver las virtudes de los demás y me ha llevado a descubrirme indagando en mi interior para darme cuenta de cómo puedo aprender de mis errores, pues también me "he perdonado". El perdón me ha permitido respirar hondo sin que me duela, me ha liberado de una carga que no me daba cuenta que estaba pesando demasiado desde hacía tiempo. Ese perdón elegido, manifestado a veces y otras no, es suficiente para hacerme más feliz. Me encantaría poder hacer llegar a esas personas que todavía esperan encontrar el momento para perdonar, que todavía esperan que el otro les venga a buscar suplicando ese perdón, que dejen de perder el tiempo, que aprovechen la oportunidad que les da la vida, día a día, para liberarse de esa losa..... El perdón no es un regalo que yo doy si se lo han ganado, es una posibilidad de escoger un cambio en mi vida, el cambio que me acerca a la felicidad plena. Es " mi" perdón aunque sea para otro, porque con él me libero de un sufrimiento autoimpueto, estéril e inservible.