sábado, 31 de diciembre de 2011

Año nuevo.

Parece que,como acaba el año,todo tienen que ser buenas intenciones.... Pues si, yo me apunto. Es cierto que sólo recordamos nuestros deberes olvidados en el último momento, el último día de vacaciones, como los niños. Pero no por eso dejan de ser deberes. También,como los niños, los vamos despojando de importancia y los ponemos debajo del montón para que queden abandonados " sin querer", "sin darnos cuenta". Pero nosotros no somos niños....¿A quién engañamos? Como cada año nuevo sé que vamos a buscar nuevas buenas intenciones...... Y como cada año, las volveremos a aparcar en un rincón olvidado. Yo no quiero que sea así. No para mí. Esta año que acaba ha sido especialmente duro. He perdido a personas muy importantes en mi vida..... Pero he aprendido a CRECER. He recuperado el significado de la palabra perdonar, en grande. He reaprendido a amar, sin condiciones ni condicionantes. He descubierto el interior de los demás y el mío mismo y he aprendido a dejar que se expanda dentro de mí. No le he matado..... Le he abierto un estrecho caminito por el que ha ido evaporandose hasta ocupar todo. Este año me propongo seguir alimentando ese interior, seguir reconociendo mi ser, seguir dejándole crecer, seguir abandonandome a su suerte..... Porque él me ha hecho estar plena, a pesar de las circunstancias, me ha hecho vivir en paz y con alegría. Me ha hecho valorar a los que tengo a mi lado, quererles como son, sin juzgarles, amar al mundo, buscar la belleza, el silencio, la inmensidad de cada cosa..... Quiero que siga siendo así. Me queda muuuucho por trabajar. Este año no me haré cienmil propósitos, sólo me haré uno: VIVIR con todos mis sentidos, con mi esencia y en esencia.... Todo lo demás llegará regalado.

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